Chasqui del Inca
Capítulo Tres
El puerto
El puerto
Kusi exclamó:
–¡Mamá! ¡Kuka salió de la casa! ¡Kuka va al
puerto! ¿Puedo seguirla? Ella necesita mi protección. Soy su hermano. Soy un
chasqui.
Mamá respondió, nerviosa:
–Sí, Kusi. Puedes seguir a
Kuka. Por favor, ¡corre a buscarla! –y le dio un abrazo.
Normalmente, Kuka podía ir al
puerto sola, pero hoy era diferente. Hoy había una casa en el agua. Hoy había
muchos hombres blancos y muchos animales extraños. Mamá estaba ansiosa.
Kusi no esperó ni un momento
más. Tomó su concha y su bolsa y corrió cuesta abajo de su casa hasta el
puerto.
Cuando llegó al puerto, vio
que la casa en el agua no era una casa. Era un bote enorme. Un bote con
ventanas abajo y tres mástiles altos arriba. ¡Llevaba más de cien hombres y más
de cincuenta animales!
Kusi, muy nervioso, buscó a Kuka.
Ella no estaba en la plaza central. No estaba cerca del bote. Kusi miró el bote
enorme. Miró los tres mástiles altos. Observó los hombres blancos y los
animales. Observó las personas del pueblo que subían y bajaban del bote,
ayudando a los hombres barbudos.
Kusi tomó una decisión.
Decidió subir en el bote para buscar a Kuka.
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